Hay que saber finalizar una etapa para entrar en otra. Tenés que bajar a la realidad, que no tiene por qué ser mala. Y si es mala, puede transformarse, pero no te sientas impotente frente a tu problema. Frente a él nunca te rindas. Sé astuta, no dejes que el miedo te domine. Si te aferrás al temor tu mundo está perdido, pero si afianzás la esperanza se te abre otro mundo distinto, lleno de posibilidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario